Muchos de nosotros hemos conocido las consecuencias de las enfermedades infecciosas, ya sea personalmente, a través de familiares, o de personas de nuestro entorno. Enfermedades como el VIH, el ébola, la hepatitis B, el virus respiratorio sincitial, y ahora la COVID-19 son y han sido parte de nuestra realidad. En Janssen nos comprometemos a trabajar para reducir la propagación de estas enfermedades y la carga que suponen para los pacientes, sus familias, así como para los sistemas sanitarios de todo el mundo.
Dedicados a la lucha contra las enfermedades infecciosas con mayor impacto sobre la salud humana
Nuestro objetivo es ambicioso: garantizar un futuro en el que sea posible prevenir la propagación de enfermedades infecciosas y eliminar la carga que suponen para la salud mundial.
Las enfermedades infecciosas son una gran amenaza para la humanidad: evolucionan, se propagan y afectan especialmente a los más vulnerables. En 2016, representaron alrededor del 10% de todas las muertes en Europa [1].
Esta realidad se ha hecho aún más evidente con la pandemia de COVID-19, que ha provocado una importante crisis sanitaria mundial con miles de millones de personas afectadas, directa o indirectamente, en todo el mundo. Todos estos factores muestran que se necesitan con urgencia soluciones globales para ayudar a combatir estas enfermedades.
Nuestros esfuerzos se centran en abordar las enfermedades infecciosas más complejas, encontrando las vías correctas de intervención y asegurando que llegan a quienes más las necesitan. Tenemos un objetivo ambicioso: garantizar un futuro en el que podamos prevenir la propagación de las enfermedades infecciosas y eliminar la carga que suponen para la salud mundial.
Imaginamos un mundo donde:
La humanidad no vuelva a estar amenazada por la COVID-19 y estemos mejor preparados para responder rápidamente a potenciales pandemias futuras.
Los medicamentos y las vacunas protejan a las personas del peligro de las enfermedades infecciosas durante toda su vida, desde la infancia y la adolescencia hasta la vida adulta.
Una cura funcional* de la hepatitis B haya permitido a los pacientes dejar de batallar toda su vida contra esa enfermedad crónica.
Existan opciones preventivas y terapéuticas que pongan fin a la epidemia de VIH.
Los más vulnerables estén protegidos contra la amenaza de las infecciones respiratorias y bacterianas.
*N.B.: Una cura funcional para la hepatitis B se define como la pérdida sostenida del antígeno de superficie B (HBsAg) con o sin seroconversión al anticuerpo de superficie de la hepatitis B [2].
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EM-125631 - Mayo 2023