Educación en Salud
Linfoma es el nombre general de muchos subtipos relacionados de cáncer que surgen a partir de un tipo de glóbulo blanco llamado “linfocito”. El linfoma se divide en dos categorías principales: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin (NHL). El linfoma de células del manto (LCM) es uno de los aproximadamente 70 subtipos diferentes de linfoma no Hodgkin.
El LCM es el resultado de una transformación maligna de un linfocito B en el borde exterior del folículo de un ganglio linfático (la zona del manto). El linfocito B transformado se multiplica en forma descontrolada, lo que da como resultado una acumulación de células del linfoma que a su vez produce el agrandamiento del ganglio linfático. Las células del linfoma de células del manto pueden entrar en los conductos linfáticos y en la sangre, y pueden diseminarse hacia otros ganglios linfáticos o tejidos, tales como la médula ósea, el hígado y el tubo gastrointestinal.
El LCM se presenta con más frecuencia en adultos mayores; la edad promedio en el momento del diagnóstico es de aproximadamente 65 años. Se diagnostica con más frecuencia en hombres que en mujeres.
La mayoría de los pacientes con LCM tienen una enfermedad que afecta múltiples ganglios linfáticos y otros lugares del cuerpo como el bazo, la médula ósea, el hígado o el tubo gastrointestinal. Según este compromiso podrá tener adenomegalias, visceromegalias y citopenias si involucra la médula ósea. Las células del MCL pueden entrar en el cerebro, los pulmones y la médula espinal, aunque esto es relativamente raro. Debido a esto los síntomas más frecuentes son:
- Pérdida de peso e inapetencia
- Intensa y persistente fatiga.
- Fiebre y sudoración nocturna.
- Nauseas y/o vómitos, diarrea.
- Dolor abdominal a expensas del agrandamiento del hígado y bazo.
Debido a su rápida proliferación y agresividad, el paciente con MCL suele ser diagnosticado en etapas avanzadas de la enfermedad. El diagnóstico requiere de Examen físico; Biopsia con inmunotipificación: Los linfomas se diagnostican mediante la evaluación del tejido afectado, obtenido de una biopsia quirúrgica, por lo general de un ganglio linfático; Estudio genético: Aproximadamente el 85 por ciento de los pacientes con MCL presentan una lesión genética característica que afecta el cromosoma 11 y el cromosoma 14 (traslocación t(11;14); Laboratorio general y Diagnóstico por imágenes.
Estadío 1: Una región de los ganglios linfáticos o un solo órgano.
Estadío 2: Dos o más regiones de ganglios linfáticos en el mismo lado del diafragma.
Estadío 3: Dos o más regiones de ganglios linfáticos por arriba y por debajo del diafragma.
Estadío 4: Enfermedad extendida de los ganglios linfáticos y/u otras partes del cuerpo.
Las terapias actuales no les ofrecen a los pacientes una cura para el MCL. Es considerado un linfoma agresivo y requiere tratamiento rápido de inicio. Varios pacientes recaen o se hacen refractarios al tratamiento. Pero hay tratamientos nuevos que ayudan a controlar mejor la enfermedad.
Los tratamientos para el MCL incluyen:
- Observar y esperar: solo para un pequeño grupo de pacientes con LCM de bajo grado que no requieren tratamiento desde el inicio.
- Quimioterapia clásica: es un tratamiento con medicamentos orales o endovenosos que intentan destruir o dañar las células cancerosas.
- Terapias con anticuerpos monoclonales: son tratamientos que emplean proteínas del sistema inmunitario (anticuerpos) producidas en el laboratorio contra un objetivo específico en la superficie de las células de LCM. Se usan en combinación con drogas de quimioterapia clásica.
- Terapias dirigidas: tienen como objetivo destruir sustancias específicas en las células del cáncer. La mayoría de los medicamentos que se usan en las terapias dirigidas para la LLC se administran como pastillas y en general provocan efectos secundarios más leves que la quimioterapia.