Educación en Salud
El dolor de cabeza es tan frecuente que el 90% de las personas, alguna vez en su vida sufrió un dolor de cabeza.
El más frecuente es la cefalea tensional, es un dolor opresivo, constante, con sensación de tirantez en la región de la nuca, cuero cabelludo o frente, es de leve a moderado.
La migraña es otro tipo de dolor de cabeza, es una enfermedad neurológica primaria, es decir, no es consecuencia sino el problema en sí mismo. Se caracteriza por presentar dolor de cabeza unilateral, pulsátil, de moderado a intenso se suele acompañar de náuseas y/o vómitos, aumenta con la actividad física. La duración es variable, desde 1 hora hasta 3 días, generalmente presenta algún antecedente familiar.
Los desencadenantes del dolor de cabeza pueden ser los siguientes agentes:
Psíquicos: stress, relax luego de un intenso stress, pérdidas (muerte, divorcio, trabajo), mudanza, exámenes
Hormonales: menstruación, post menopausia, embarazo, anticonceptivos, ovulación
Dieta: alimentos, alcohol, ayuno
Ambientales: frío, calor, viento, luces intensas, altura, viajes, olores, ruidos
Actividad física: fatiga, esfuerzo, actividad sexual, tos, estornudo
Medicamentos: vasodilatadores, antihipertensivos, antiulcerosos, bloqueantes cálcicos, hormonas, antibióticos, diuréticos, abuso de analgésicos
Otros: dormir mucho o poco, cambios de clima
La prevalencia es de 7% en los hombres y 18% en las mujeres. La edad de mayor incidencia es entre los 20 y 45 años.
La Organización Mundial de la Salud la clasifica n° 19 entre las enfermedades más discapacitantes. La persona con migraña se ve limitada para realizar su trabajo, atender a su familia o realizar una actividad social y cuando está libre del dolor, le es difícil programar algo ante la incertidumbre de que el dolor se presente y deba renunciar a su proyecto. Esto lleva a una invalidez social, familiar y laboral, comprendida sólo por los afectados, ya que suele ser desjerarquizada por los superiores en el trabajo, la familia y, en ocasiones, por el médico.
La migraña disminuye la calidad de vida de quienes la padecen, afectando su productividad. En más de la mitad de los pacientes produce incapacidad severa. Se estima que la migraña produce 9,5 días de ausentismo laboral anual
Marcar en un calendario los días con dolor de cabeza
Hacer alguna actividad física aeróbica 45 minutos/día y dentro de la misma franja horaria
Dormir la misma cantidad de horas diarias
No dejar pasar más de 4 horas sin ingerir algún alimento
Según la Sociedad Internacional de Cefaleas, el paciente con dolor de cabeza tiene derecho a:
Conocer su diagnóstico tan precisamente como sea posible y los distintos tipos de tratamientos posibles
Ser tomado en serio por parte del médico, quien deberá tomar una cuidadosa historia clínica, un riguroso examen clínico, aconsejar, tranquilizar y prescribir el tratamiento más ventajoso y aceptable
Acceder a un profesional de la salud y a un tratamiento relevante sin tener en cuenta su edad, sexo, raza, estado de salud y condición económica, sin considerar región geográfica, cultura o economía de su lugar.
Existen 2 alternativas en el tratamiento del dolor de cabeza, que deberían ser complementarias:
Tratamiento farmacológico (con medicamentos): hay drogas para las crisis migrañosas y otras para prevención de las mismas.
Tratamiento no farmacológico (sin medicamentos): métodos de relajación, yoga, regímenes alimentarios, ejercicios, masajes, acupuntura/digitopuntura, frío/calor