Educación en Salud
Es una neoplasia hematológica maligna que afecta a las células plasmáticas productoras de inmunoglobulinas y constituye el segundo cáncer hematológico más frecuente, representando aproximadamente el 1% de todas las neoplasias.
El Mieloma Múltiple afecta fundamentalmente a adultos de edad avanzada; en el momento del diagnóstico la edad promedio es de 68-73 años y afecta con más frecuencia a hombres.
La incidencia se eleva de forma exponencial con la edad y va disminuyendo después de los 84 años, debido posiblemente a la baja notificación.
La presentación clínica del Mieloma es muy variable y no hay signos ni síntomas que sean específicos de la enfermedad.
Un tercio de los pacientes no presenta síntomas en el momento del diagnóstico, la enfermedad se detecta como resultado de análisis de sangre de rutina.
Los pacientes debutan normalmente con síntomas atribuibles a:
- Destrucción ósea osteolítica progresiva.
- Infiltración de la médula ósea que afecta a la hematopoyesis normal.
- Concentraciones elevadas de proteína M circulante.
- Deterioro de la función inmunitaria normal con infecciones persistentes o recurrentes reiteradas.
- Otros síntomas inespecíficos (confusión, cefalea, trastornos visuales fugaces, fiebre y pérdida de peso).
Mieloma asintomático
Se fundamenta en la demostración de una concentración de proteína M>30g/L en el suero o la orina y/o la presencia de >10% de células plasmáticas en la médula ósea,
Las radiografías revelan anomalías consistentes en lesiones osteolíticas, osteoporosis o fracturas en el 80% de los pacientes en el momento del diagnóstico, siendo vértebras, cráneo, caja torácica, pelvis, húmero y fémur los que se afectan con mayor frecuencia.
Mieloma sintomático
Para el diagnóstico de Mieloma sintomático se exigen tres criterios:
- Identificación de una proteína M en el suero o la orina;
- Presencia de una proliferación clonal de células plasmáticas en la médula ósea o un plasmocitoma confirmado por biopsia;
- Datos definitivos de DOTRM de cualquier tipo.
El mieloma múltiple sintomático es heterogéneo, la evolución y respuesta al tratamiento se ven influidas por numerosas variables, como el estadio y otros factores pronósticos, la edad del paciente, el estado funcional y la función renal.
El tratamiento de primera línea es la inducción con dosis altas de quimioterapia seguido de un trasplante autólogo, aunque únicamente son aptos para recibirlo una minoría de pacientes debido a su edad, estado funcional deficiente o comorbilidad grave.
La quimioterapia convencional es una alternativa de tratamiento para los pacientes con mieloma múltiple de novo que no son aptos para el trasplante, aunque se ha demostrado que el uso de nuevos fármacos en combinación con la quimioterapia mejora los resultados.
Aunque las respuestas al tratamiento son frecuentes, las recidivas reiteradas son inevitables. Por consiguiente, el tratamiento se centra en una secuencia de medidas dirigidas a obtener respuestas duraderas y el tratamiento de las recidivas con ciclos terapéuticos posteriores.