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Educación en Salud

Epilepsia
Introducción

El cerebro es una estructura altamente compleja, compuesto por millones de células nerviosas llamadas neuronas. Su actividad está organizada y posee mecanismos de autorregulación.

La crisis o ataque epiléptico ocurre cuando el sistema eléctrico del cerebro deja de funcionar correctamente por un breve período de tiempo. En lugar de descargar la actividad eléctrica en forma controlada, las neuronas descargan en forma anormal.

Las causas varían según el tipo de epilepsia pudiendo deberse a anomalías congénitas, enfermedades vasculares, infecciones del cerebro, tumores, etc.

Mucha gente tiene una crisis única en algún momento de su vida, pero eso no constituye epilepsia. Si un individuo repite dos o más crisis, entonces se puede usar el término epilepsia.

En el mundo hay 50.000.000 personas con epilepsia; en Latinoamérica, 5.000.000 y en Argentina, 300.000.

La epilepsia puede afectar a cualquier persona, a cualquier edad, sin distinción de sexo, raza, o clase social. Puede aparecer en la infancia o en la adolescencia tardía, pero la incidencia aumenta nuevamente después de los 65 años de edad.

Signos y Síntomas

Existen dos tipos fundamentales de crisis epilépticas:

Generalizadas: se originan en algún punto del cerebro y rápidamente involucran a otras regiones distribuidas en forma bilateral

Parciales o focales: la descarga comienza en una zona determinada, que puede o no propagarse por el resto del cerebro

Una persona que tiene una crisis epiléptica puede experimentar una serie muy variada de signos y síntomas relacionados con las zonas del cerebro en las cuales se produce actividad eléctrica anormal. Las crisis aparecen de forma súbita e inesperada, son breves, duran unos segundos o como mucho unos minutos.

Diagnóstico

Primero, se interroga al paciente acerca de factores de riesgo, antecedentes familiares y personales, etc. Posteriormente, se indaga sobre cómo ocurrió la crisis y qué cambios en la conducta reconoce el paciente haber tenido al inicio de la crisis o qué modificaciones observaron en el comportamiento los testigos que la hayan presenciado.

La segunda parte del diagnóstico se relaciona con las pruebas, entre otras, el electroencefalograma (EEG) que mide la actividad eléctrica cerebral, la resonancia magnética (RMN), para descartar cualquier lesión intracerebral.

Recomendaciones

Mantener la calma y calmar a los demás

Poner algo blando debajo de la cabeza de la persona afectada

Despejar el área de objetos peligrosos

Aflojar la corbata, camisa o cualquier otro impedimento alrededor del cuello

Buscar algún documento entre la ropa del paciente

Colocar al paciente de costado, para que la saliva fluya y no entorpezca la respiración

NO poner nada en su boca

NO tomar la lengua con una cuchara ni ningún objeto. No se traga la lengua

NO tratar de hacer que el paciente vuelva en sí, no echarle ni darle de beber agua

NO inmovilizar al paciente por la fuerza para mantenerlo quieto

Permanecer al lado del paciente hasta que se haya recuperado

Hablar suavemente cuando esté recuperado

Ofrecer ayuda para volver a su casa o al centro de atención médica

 Para mayor información, visite los links de interés:

http://www.lace.org.ar

http://www.cefundepi.org

http://www.fund-thomson.com.ar

Tratamiento

El éxito del tratamiento depende de muchos factores: el tipo de epilepsia, la exactitud en el diagnóstico y el cumplimiento por parte del paciente. Con un apropiado tratamiento antiepiléptico, las crisis pueden ser completamente controladas en la mayoría de la gente.